Elefante Blanco

Por Juan Manuel Reinoso

"Señor, perdóname por haberme acostumbrado a ver que los chicos que parecen tener ocho años tengan trece…”

                                                                                                                    Carlos Mugica

Dos imágenes. Uno: Un Cura corriendo con una carretilla que lleva como peso, el cuerpo de un “villero” acribillado. Dos: El cura Julián grita en voz alta para que sus compañeros lo oigan. ¡Váyase a la mierda señora! .Hoy no hay comida, no puedo, no sé, no tengo ganas.  Se hartó de las demandas de una de esas Villas que en este país piden atención a gritos. Ese reclamo, aún presente en el inconsciente colectivo de una sociedad que sabe que existen, pero parece importarle poco, salvo cuando esos seres de esa otra Argentina ponen en vilo su” seguridad”. Los asaltan  o se vinculan con un integrante de la madre de las  instituciones primarias: La Familia. 

Por otra parte,  siempre tuve claro que la institución eclesiástica  Argentina supo manejarse con envidiable libertad dentro de los juegos de la correcta moral.  Elefante Blanco es el último Film de Pablo Trapero y nos demuestra que antes que ser curas villeros podemos ser, padres, hijos, periodistas, o carpinteros, pero enteramente humanos y hombres. El deseo, la pasión, el agotamiento, la perversión, los intereses y las drogas son parte de ese submundo que existe, pero que siempre ha sido habitado por los mismos. Los “villeros”  que nacen como mueren, con la espalda vomitada por una sociedad que los desecha, como si fueran residuos. La película está repleta de esas contradicciones que la iglesia nos ha ido ocultando. Se torna bien interesante el debate en torno al trabajo social y la voluntad de servicio desde cualquier ámbito en el que quiera ejercerse. La sensualidad de Martina Guzmán, combinada con la actuación de un Darín que pasó de ser un gran ferretero en el Cuento Chino, a este Cura Villero de una excelencia gestual que obnubila.

Durante todo el film se hace presente la increíble arquitectura del Elefante Blanco: Un proyecto hospitalario pionero en América Latina, presentado y aprobado en el Congreso por iniciativa del socialista Alfredo Palacios, puesto en marcha por el Peronismo y paralizado por el golpe de junio del 55. La obra, nunca pudo terminarse.  Dijo Darín en una entrevista a la revista el Guardián sobre los restos del hospital ubicado en ciudad oculta. “Ese Elefante Blanco nos demuestra lo que nos ha pasado un poco en América Latina. Todo eso que pudimos hacer y nunca nos decidimos”. En fin, una cruda e impactante mirada sobre eso que algunos no se anima a ver.

El Antihéroe Latinoamericano

Por Juan Manuel Reinoso

Nunca había pensado en la posibilidad de hablar francamente de eso que se ha repetido hasta el hartazgo en los circuitos de Cine Independiente como “El Otro Cine”. Estamos hablando de historias que rompen con la lógica cinematográfica de Hollywood, dentro de la cuál hemos sido introducidos desde pequeños con esa secuencia de una línea esperada: Inicio-Desarrollo-Desenlace -Final. Los protagonistas eran funcionales a un megaproyecto cinematográfico en el que se podían cambiar los actores, pero no así, las estructuras que los contenían. Desde la Guerra de las Galaxias hasta Harry Potter hemos experimentado una clara idea del Cine que respondía a la variable de que la cantidad de butacas ocupadas en un estreno definían la calidad de un Film.

Como Bola sin Manija es el título que demuestra que se puede pensar que algo de eso ha cambiado, o que al menos el público latinoamericano ha dado un giro en materia Cinematográfica. La aparición de Films que responden al Cine de Autor nos dan otra mirada de eso sujetos como Erdosain, en los siete locos, del Gran Roberto Arlt. Personajes atravesados por eso que llamamos Vida, con variables que poco tienen que ver con la lógica de los superhéroes al estilo Superman, Batman o el remasterizado Hombre Araña.

Rubén Paviolo es el protagonista de un Film que en otros tiempos se hubiera acercado más al caso para un Psicoanalista que a la narrativa del séptimo arte, que es como se conoce comúnmente al Cine. El Protagonista es un Ex Bancario, ya jubilado, que hace nada menos que tres décadas no sale de su casa, pero no por dificultades en la salud, sino más bien por elección propia.

Miguel Frías, Pablo Osores y Roberto Testa han narrado bajo la forma documental un hecho singular, pero a la vez cotidiano. Porque lo singular es que Rubén, nuestro antihéroe, es a la vez un hombre enteramente sociable y simpático, que mantiene una excelente relación con su vecina, pero a través de la medianera. Su cable a tierra son su tres sobrinos, muy distintos entre si, que lo llevan al terreno de lo real. Pero una realidad que poca relación tiene  por aquello que creemos entender por el terreno de lo real.

Bola sin Manija nos deja un conmovedor mensaje, y es que hay tantas vidas como historias para contar en una época en la que los historiadores nos han hecho creer en el fin de la historia, donde todo ya ha sido contado. El Arte del Cine bajo este maravilloso documental nos demuestra que como dice Fernando Pessoa; todos los hombres son la excepción a una regla que no existe”. 

Un corto para deleitar

Hotel Chevalier (2007) es un corto de 13 minutos de Wes Anderson, quién lo realiza como introducción de su película Viaje a Darjeeling (la cual a mí mucho no me gustó).
El corto ocurre en un cuarto de hotel; y es una historia sencilla, “casi común y corriente” (sólo que en Francia y en un hotel caro).

Con las impecables actuaciones de Jason Schwartzman, (de la familia Coppola)  y Natalie Portman, (quien en este corto hace su primer desnudo... y muchos miran el corto por este detalle).

Es un corto sin imperfecciones, todo está cuidado, la fotografía, los silencios, los contrastes, la extraña música. Pocas palabras, todo claro, y sin embargo da  mucho más.

(Nota: el contraste entre el interior y el exterior es muy bueno)

Excelente opción para ver en un recreo.

Prueba de filmación